06/09/2011
La Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial está cada vez más implantada en el entorno en que vivimos, pero ¿qué hacemos para incentivarla a título personal? Empezamos a escuchar hablar de la Responsabilidad Social Individual (RSI).
Si lo pensamos detenidamente, la RSI es la base de la RSC, o al menos, la segunda no debería existir sin la primera. La buena actitud y predisposición de las personas con su entorno, tanto físico como social, es lo que hace posible que como trabajadores y directivos asuman el compromiso con la sociedad que demanda la RSC. En otras palabras, si sabemos y practicamos la responsabilidad social y medioambiental en nuestra vida diaria y además la transmitimos a otras personas seremos capaces de asumir mejores prácticas empresariales, ya sea desde la base como desde la Dirección.
Pero, ¿qué pautas indican la RSI? Cuestiones como la solidaridad, fomentar hábitos saludables y preventivos, el trato hacia los demás y hacia el medio ambiente o la educación en la tolerancia fomentan los compromisos de cada uno con la sociedad.
Por todo ello os lanzamos una pregunta: