Si cuando pasamos por delante de la obra de construcción de un edificio miramos con detalle, nos daremos cuenta de que cada vez se ven menos andamios. Y es que paulatinamente se han sustituido por Plataformas Móviles Elevadoras de Personas, o coloquialmente, PEMP.
La comodidad, versatilidad y reducción de costes ha hecho que se impongan las PEMP, aunque esto no quiere decir que sean más seguras. El consorcio formado por las empresas Sando, Dtek y la Universidad de Málaga ha culminado un proyecto de investigación, denominado SAFE-PEMP, con un prototipo que procura minimizar y reducir los riesgos laborales graves en trabajos con PEMPs.
El sistema ideado, que está en proceso de patente, se compone de sensores móviles, radiofrecuencia y ultrasonidos, y puede adaptarse a cualquier tipo de máquina elevadora de personas. Su funcionamiento principal se realiza mediante dos sistemas: sujeción y anticolisión.
El primero de ellos, se activa cuando el operario entra en la canasta de la plataforma y el sistema detecta si ha anclado el obligatorio arnés de seguridad. Transcurridos unos segundos sin haber realizado el anclaje del arnés, el sistema actúa mediante la Señalización de una alarma acústica y luminosa, y avisa al propio operador de la plataforma. Si esta situación persiste unos segundos más, de forma totalmente automática, el dispositivo envía un correo electrónico a los teléfonos móviles de los controladores de actividad a pie del centro de trabajo.
Por otro lado, el sistema anticolisión funciona como los sensores de aparcamiento de los vehículos, y detecta la presencia de obstáculos que puedan quedar fuera del campo de visión cuando la cesta se desplaza. De esta forma, cuando se acerca demasiado, el prototipo acciona la señalización al propio operador de la plataforma mediante una alarma acústica y luminosa simultánea.
Invertir en investigación es fundamental hoy día y más si está relacionado con la salud laboral. Esperemos que este prototipo se estandarice y venga “de serie” en todas las plataformas elevadoras.