Esta semana hemos conocido los resultados del estudio realizado por Eurostat (oficina estadística de la Unión Europea) sobre la situación de riesgo de pobreza o exclusión social en EU27 en 2010 (leer el artículo entero). El resultado para nuestro país: una de cada cuatro personas está en riesgo de pobreza o exclusión social en España. Esta estadística nos da a conocer unos datos que muestran el aumento de los indicadores en un 2,1 % desde el año 2009 a 2010, pasando de un 23,4% a un 25,5 %.
Si lo traducimos a términos de población, 11,4 millones de españoles se encuentran en esta situación de pobreza o exclusión social. Estando por encima Francia con 11,7 millones, Italia con 14,7 y Alemania 15,9 millones (el estudio se realiza entre los países de la zona euro).
Los nuevos pobres son personas que lo han tenido todo y se han tenido que adaptar a las nuevas circunstancias. El compromiso social debe estar ahora más patente que nunca, hay que ser solidarios en esta época y actuar de forma responsable con la sociedad.
Existen varias asociaciones destinadas a la ayuda social, como por ejemplo Cáritas. Esta entidad tiene un equipo de estudio ‘Observatorio de la Realidad’ que recopila datos y realiza informes cada cierto tiempo sobre la situación de demanda de acogida y atención primaria que reciben en sus diversas sedes. En el último informe, publicado en junio de 2011, llama la atención como ha roto porcentajes el número de solicitudes que llegan a esta entidad para demandar ayudas básicas. El resultado indica que entre 2007 (comienzo de la crisis) y 2010 han aumentado las solicitudes en un 104,3% en comparación con el periodo anterior a estos años. Os invitamos a que leáis el estudio completo y comprobéis la realidad.
Parece que todas las aspiraciones y logros se desploman en un momento, sin que lo veamos venir. Ahora mismo no prima la profesionalidad, la valía, los doctorados, los “master del universo”, etc. Parece más bien cuestión de suerte o de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Todo el talento y formación de la llamada “generación perdida” hoy cae en saco roto.