La empresa Sando participa en un proyecto de economía circular para convertir naranjas amargas procedentes del viario público en biogás a partir de un proceso de codigestión. Esta iniciativa se está testando en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Copero de la empresa municipal Emasesa, en Sevilla.
Tal y como ha avanzado Emasesa, el objetivo consiste en convertir las depuradoras en biofactorías capaces de producir recursos a partir de residuos. En este proyecto piloto las naranjas pasan por un proceso de valorización por el que por un lado se les extrae el zumo para la generación de energía eléctrica a través de biogás y, por otro, las cáscaras y la parte no aprovechable se composta para su transformación en abono.
El área de Conservación y Mantenimiento de Infraestructuras de Sando, como gestora de la EDAR de Copero en UTE, ha formado parte de este proyecto que aspira a transformar las 1.700 toneladas de naranjas que recoge el viario de Sevilla durante un año en la energía equivalente para abastecer a más de 7.300 hogares.
Autosuficiencia
Desde Emasesa han indicado que buscan lograr la autosuficiencia energética de la estación depuradora de Copero mediante procesos de codigestión. De esta manera se emplean residuos que anteriormente se desechaban, se genera energía renovable y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en línea con las políticas de economía circular.
Esta iniciativa avala la estrategia de Sando, que se convirtió en 2019 en la primera empresa andaluza en obtener el certificado ISO 50001 de Aenor por implantar un Sistema de Gestión de la Energía en la EDAR Copero. Sólo el año pasado con este sistema la EDAR Copero generó 11.595,44 MWh, lo que equivale al consumo anual de 3.325 hogares, como ha comunicado Emasesa.
Los procesos de depuración constituyen la mayor parte del consumo de energía en el ciclo urbano del agua, por lo que el certificado ISO 50001 reconoce la apuesta de Sando por un uso eficiente, sostenible y de mejora continua en su gestión. Gracias a esta certificación y a proyectos como el de codigestión con el empleo de las naranjas se produce un ahorro real y cuantificable del coste energético.