En el contexto de emergencia climática y crecimiento de la urbanización, se ha puesto de manifiesto la necesidad de configurar nuevos modelos urbanos más sostenibles que aseguren el bienestar de las personas y la protección del medioambiente como pilares fundamentales.
La gestión del tráfico y movilidad urbana actúa ante este contexto como palanca de transformación para la mejora de las ciudades. El auge de las tecnologías ha provocado el crecimiento de nuevos desafíos como el aumento del transporte de mensajería debido al comercio electrónico, o la popularización de los vehículos de movilidad personas (VMP) como los patinetes; pero también grandes oportunidades para la transformación de la reconfiguración de las ciudades como el modelo de Ciudad de 15 minutos, para diseñar ciudades de proximidad en la que sus habitantes puedan acceder a todos los servicios en un radio de quince minutos a pie o en bici.
Las administraciones públicas están diseñando planes de movilidad urbana (PMU) fomentando nuevas estrategias de movilidad y de transporte inteligente y más sostenible que permitan reducir la concentración de vehículos en los núcleos urbanos o la conexión de las zonas rurales con las ciudades, con el fin de evitar la masificación de las ciudades y su consiguiente reducción del impacto ambiental en la generación de emisiones.
Entre estas medidas cabe destacar: la implementación de infraestructura necesaria para el despliegue del vehículo eléctrico; creación de carriles o plataformas reservadas para el BUS; aumento de los kilómetros de carril bici; o la extensión de metro o tranvía para lograr su acceso desde ciudades de tamaño medio. También están trabajando en la peatonalización: con senderos alrededor de las ciudades o frente al litoral de zonas costeras; la creación de aparcamientos en las afueras de las ciudades junto a intercambiadores de autobuses; o nuevos aparcamientos subterráneos, que incluso se están reconvirtiendo para usarlos en microhub logísticos del transporte de última milla.
En Conacon Sando colaboramos con las administraciones públicas ofreciéndoles soluciones de movilidad urbana sostenible mediante la construcción, mejora y conservación de las infraestructuras asociadas al transporte de los ciudadanos. Contamos con una dilatada experiencia en la infraestructuras de movilidad urbana con la realización se servicios como: el mantenimiento y conservación de líneas de metro; la construcción, explotación y mantenimiento de aparcamientos; la construcción de carril bici y sendas peatonales; el mantenimiento y conservación de carriles bici; el mantenimiento y conservación de señalización y balizamiento; el mantenimiento y conservación de las vías de alta densidad de las ciudades; el servicio de mejora de accesibilidad; la ejecución de obras de reordenación de plazas y arterias principales de la ciudad; o el mantenimiento de paradas de autobús.
En la apuesta por integrar soluciones innovadoras en los contratos de obra y servicio, en Conacon Sando ponemos en marcha proyectos de I+D+i en colaboración con universidades en materia de movilidad. Entre estos proyectos de investigación cabe destacar el Proyecto Victoria, que consiste en una tecnología para la recarga en movimiento de la batería de un vehículo eléctrico, un proyecto que supone el desarrollo del primer carril de carga eléctrica por inducción dinámica de España. En línea con este proyecto, también merece la pena reseñar nuestra participación en compra pública de ELECTROMOVES de la Junta de Andalucía, destinada a buscar soluciones para las líneas de autobuses con plataforma reservada y la introducción de sistemas capaces de realizar una carga eléctrica por inducción y en movimiento.
Actualmente desde Conacon Sando estamos apostando por liderar la transformación aprovechando nuestro conocimiento del entorno urbano y la movilidad, posicionándonos como aliados clave en la conservación y explotación de los centros de control de la movilidad y en contratos de mantenimiento de los sistemas de regulación de tráfico. Así como participar en la construcción y conservación de la infraestructura necesaria para implementar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) del centro de las ciudades de más de 50.000 habitantes y en aquellas de más de 20.000 habitantes que tenga mala calidad del aire.