La pista de vuelo es la parte más importante de un aeropuerto ya que permiten que los aviones despeguen y aterricen de manera segura. El resto de los elementos del campo de vuelos, calles de salida rápida, calles de rodaje, apartaderos, etc. se diseñan y construyen con la finalidad de agilizar el tráfico de aeronaves en tierra firme y maximizar el número de operaciones que pueden llevarse a cabo en la pista.
Las pistas se orientan de acuerdo con el patrón de vientos de la zona, estando limitada por normativa la componente lateral del viento para la seguridad de las operaciones de despegue y aterrizaje. Además, para no poner en riesgo las operaciones de aterrizaje y despegue de las aeronaves, las cabeceras de las pistas y las líneas de aproximación deben estar libres de cualquier obstáculo que pueda entorpecer dichas operaciones.
La pista es el elemento que limita el tamaño máximo de las aeronaves que pueden operar en un aeropuerto, ya que sus dimensiones geométricas, anchura y longitud, dependen de las necesidades de espacio libre mínimo que necesitan los aviones para aterrizar y despegar en condiciones seguras.
La longitud de la pista debe ser tal que permita alcanzar las velocidades necesarias para la sustentación en el aire de las pesadas aeronaves durante la operación de despegue y frenar durante el aterrizaje. Las pistas disponen de un área de seguridad de extremo de pista (RESA) cuyo principal objeto consiste en reducir el riesgo de daños a un avión que efectúe un aterrizaje demasiado corto o demasiado largo.
En general, los grandes aviones, con plena carga de combustible y de pasajeros, requieren de pistas de al menos 2,5 km de longitud para despegar y aterrizar de forma segura, aunque frecuentemente las pistas de los grandes aeropuertos superan los 3 km de longitud. Mientras que el ancho de pista mínimo es de 60 m.
En este sentido, Sando Construcción posee el conocimiento y la experiencia para construir pistas de vuelo. Ha realizado la ampliación de la segunda pista del Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas o la segunda pista de vuelos del Aeropuerto de Málaga, entre otros.
Las pistas de aterrizaje son las superficies lisas y planas, pavimentadas, en los aeropuertos grandes, o de hierba o tierra en los campos de aviación pequeños. Los materiales que se utilice también están muy condicionados por las condiciones climáticas de la zona.
Los pavimentos de pista más usados en aeropuertos son los pavimentos flexibles, consistentes en una estructura formada por capas superpuestas de materiales bituminosos, materiales granulares y suelos, que eventualmente pueden incorporar también capas tratadas con cemento, y los pavimentos rígidos, consistentes en una losa de hormigón apoyada sobre hormigón magro.
La elección del pavimento de la pista de un aeropuerto depende de múltiples factores como propiedades de los suelos de la subrasante, magnitud de cargas a soportar, geometría del tren de aterrizaje, frecuencia de cargas, condiciones climáticas, costes de construcción y conservación o comportamiento estructural entre otros.
Y no menos importantes son la iluminación y la señalización y balizamiento. Deben ser adecuadas para que las maniobras de desplazamiento, despegue y aterrizaje se realicen en óptimas condiciones de seguridad, incluso por la noche o cuando la visibilidad es reducida.
Además de estos aspectos, a la hora de diseñar y construir las pistas de aterrizaje es necesario tener en cuenta su capacidad de drenaje, así como la de los terrenos colindantes, ya que la presencia de agua modifica las características de rozamiento de la superficie, aumentando el riesgo de que el piloto pierda el control de la aeronave.
La correcta conservación y mantenimiento del pavimento de la pista del aeropuerto y del resto de las instalaciones marcará la seguridad del conjunto.Una actividad que Conacon Sando desarrolla en distintos aeropuertos.