Las infraestructuras marítimas resultan esenciales en un país como por ejemplo España, que cuenta con alrededor de 8.000 km de costa. Además, está situado estratégicamente dentro de la red de transporte marítimo internacional y es uno de los principales destinos turísticos mundiales, en gran medida gracias a su costa y a su buen clima.
Se puede definir una obra marítima como aquella que tiene, al menos, uno de sus contornos en el mar y que permite la explotación y gestión del mar. Se trata quizás de una de las tipologías de obras más complejas debido a la propia inestabilidad del medio en el que se construyen. En este sentido, los avances tecnológicos y la innovación han propiciado un mejor conocimiento y comprensión tanto de la estructura y comportamiento dinámico de los mares y océanos, estableciendo su interrelación con la atmósfera, como de la geología y geotecnia marina.
En Sando Construcción proyectamos y ejecutamos infraestructuras marítimas y portuarias. Es una de las especialidades con mayor trayectoria dentro de la compañía. Las actuaciones de ingeniería civil adjudicadas y nos han permitido participar en proyectos singulares para el desarrollo económico y social.
Para llevar a buen puerto proyectos de obras marítimas se requiere de la aplicación de conocimientos específicos no habituales en otros campos de la ingeniería civil tanto en el diseño como en la construcción y conservación de las infraestructuras.
Las Recomendaciones de Obras Marítimas (ROM), que es la normativa española en proyectos portuarios, establece como criterio principal para clasificar las Obras Marítimas (OM) el servicio que proporciona, distinguiendo entre OM Principales y Auxiliares. Dentro de las Principales se diferencian: Obras de abrigo, Obras de gestión y protección del litoral, Obras de atraque y amarre, Plataformas exteriores y Conducciones submarinas. Las Auxiliares se dividen en Obras de dragado y relleno y Obras de construcción y reparación de buques y flotadores. Las OM Principales se clasifican a su vez en Fijas o Flotantes, dependiendo de su respuesta ante las oscilaciones del mar.
Obras marítimas y portuarias
Tradicionalmente se distinguen dos tipos de obras marítimas: portuarias y costeras. Las primeras nacen de la necesidad de crear una conexión segura entre el transporte marítimo y el terrestre, mientras que las segundas surgen, por un lado, de la necesidad de urbanizar las zonas costeras habitadas a la par que de la de protegerlas de la fuerte presión de las actividades humanas, y por otro, de la necesidad de proteger la costa del oleaje y de los efectos devastadores de los temporales.
A lo largo de la historia se han generado nuevas necesidades y actividades que han dado lugar a otras infraestructuras marítimas tales como plataformas petroleras o conducciones submarinas.
A nivel mundial el transporte marítimo es el modo más utilizado para el comercio internacional, siendo el que soporta mayor movimiento de mercancías debido a su gran capacidad, flexibilidad y versatilidad. Por lo que la mayoría de los productos que consumimos diariamente viajan a través de los puertos.
Históricamente, el puerto ha sido un factor trascendental del desarrollo territorial. La globalización y la especialización del transporte marítimo ha llevado a que los puertos necesiten extenderse sobre una gran superficie, marítima y terrestre, desarrollando extensas zonas portuarias con obras más o menos específicas dependiendo del uso previsible del puerto y del sistema de transporte utilizado. Así, los puertos representan las mayores infraestructuras que se asientan en el litoral y se han convertido en verdaderos nodos logísticos y, ocasionalmente, en zonas industriales.
El incremento de la conciencia ambiental deriva en uno de los mayores retos a los que se enfrentan las actuales infraestructuras portuarias, tanto las existentes como las de nueva construcción: el de integrarse urbanísticamente en las poblaciones próximas, cumpliendo criterios estéticos, medioambientales y de sostenibilidad.
Los efectos del cambio climático, la incesante intervención humana sobre el litoral y el auge del turismo está provocando que cada vez sean más necesarias obras costeras a fin de proteger el litoral. Por un lado, el aumento de la conciencia ambiental de la sociedad está demandando actuaciones encaminadas a ralentizar la degradación del litoral costero, mientras que, por otro lado, el desarrollo económico del territorio está incrementando la presión sobre las zonas costeras, especialmente en lugares de interés turístico. De ahí la importancia de una buena planificación de las obras portuarias y costeras que permitan el desarrollo sostenible del territorio, minimizando sus efectos sobre el medioambiente y protegiendo el litoral.
En este reto la conservación y mantenimiento de las infraestructuras, junto con la rehabilitación hacia nuevos usos, juegan un papel crucial y en el que resulta imprescindible contar con empresas especializadas como Conacon Sando. Cada vez es más habitual encontrarse en antiguas edificaciones fabriles y de almacenamiento que han sido rehabilitadas integralmente para su conservación, pero se han destinado a otros usos, ocio o cultura entre otros. La conservación debe realizarse de manera continuada en el tiempo para poder poner en valor la infraestructura portuaria o costera durante toda su vida útil.
Puertos
Un puerto es un conjunto de elementos físicos sobre los que se desarrolla una serie de actividades que permiten realizar transferencias de carga y pasajeros entre mar y tierra, es decir, el puerto constituye el eslabón de la cadena de transporte entre el sistema de transporte marítimo y terrestre. En general, un puerto cuenta con una zona marítima, destinada al buque, una zona terrestre, destinada a las mercancías y pasajeros.
En ausencia de abrigos naturales, la práctica totalidad de las obras marítimas portuarias se construyen en terrenos ganados al mar, por lo que provocan un gran impacto en el ecosistema litoral y en la dinámica erosiva del litoral.
Dependiendo de su función los puertos pueden ser comerciales, pesqueros, de pasajeros, deportivos o recreativos, astilleros, industriales, militares, etc. En general, la mayoría de los puertos comerciales son de tipo mixto o multifuncional, en el que coexisten diversas funciones y especialidades de carga con muelles especializados en cada una de ellas.
A lo largo de la historia, los puertos han ido evolucionando conforme a las necesidades de la sociedad y adaptándose a las características tanto de buques como de medios de transporte terrestre. Por otro lado, frecuentemente el desarrollo urbanístico de las ciudades portuarias está motivando la apertura del puerto a la ciudad, creando amplias zonas comerciales, culturales o de ocio para el uso y disfrute del ciudadano.
Diques
Los diques son obras de abrigo cuya función es defender y proteger de los efectos del oleaje. Son estructuras esenciales para construcción de puertos en zonas abiertas al mar y para la protección costera. Presentan dos tipologías básicas: los de paramento inclinado y los de paramento vertical, existiendo tipologías mixtas, que funcionan de un modo u otro según el nivel del mar.
Los diques en talud o rompeolas constan en general de un núcleo de todo-uno de cantera protegido por uno a más mantos, dispuestos en forma de filtro, de escollera de mayor tamaño, de bloques o de piezas especiales de hormigón, sobre los que rompen las olas. En su coronación se dispone un espaldón de fábrica o no, dependiendo de la función a desempeñar.
Los diques verticales o reflejantes constan en general de un muro de fábrica, de bloques de hormigón o cajones de hormigón armado, cimentado sobre una banqueta de escollera. Están diseñados con una profundidad tal que las olas no rompan sobre ellos, sino que se reflejen. En algunos casos pueden ser usados directamente como muelles.
Se denomina dique exento a aquel situado generalmente de forma paralela a la costa a fin de protegerla frente a la acción del oleaje incidente. Estos diques se construyen desligados de la costa, aunque posteriormente puedan quedar unidas a la misma en función de la dinámica litoral presente. En función de la cota de coronación se clasifican en emergidos o sumergidos. Y dependiendo de su composición estructural en diques multicapa o convencionales y diques homogéneos. Estos últimos, también denominados diques arrecife, constituyen auténticas barreras artificiales que albergan gran cantidad de fauna.
Terminales portuarias
Podemos definir terminal portuaria como la instalación o conjunto de instalaciones portuarias que constituyen la interfase entre el modo de transporte marítimo y los demás modos de transporte. Un puerto contará con un conjunto de terminales portuarias más o menos numeroso en función de los diferentes tipos carga que gestione.
La infraestructura de una terminal portuaria está formada por:
- Infraestructuras marítimas. Son aquellas directamente relacionadas con el transporte marítimo, como las obras de atraque y amarre.
- Infraestructuras terrestres. Son las que permitan el desarrollo de operaciones portuarias tales como carga, descarga, almacenaje, recepción y clasificación de cargas, entre otras.
- Equipos. Son los elementos que están a disposición para realizar las operaciones portuarias, tales como grúas móviles y fijas.
- Recursos humanos. Se refiere a todo tipo de personal que se ve involucrado en la logística y funcionamiento de la terminal, sin excluir a la tecnología informática necesaria para la gestión y coordinación.
Las terminales portuarias son infraestructuras con una logística de funcionamiento muy compleja y precisa, con muchas actividades sucediendo a la vez que se agrupan en 4 subsistemas:
- Subsistema de Carga y Descarga. Es imprescindible atender de manera rápida la demanda de carga y descarga de los buques, con eficiencia para que los equipos del puerto se aprovechen al máximo y estén en constante funcionamiento, eso sí, velando por la seguridad en todo momento.
- Subsistema de Almacenamiento. Es la parte que más superficie ocupa en cualquier terminal portuaria y su disposición y extensión están estrechamente relacionadas, no solamente al tráfico que los otros subsistemas reclaman, sino a la elección de los medios de manipulación que en este subsistema vayan a trabajar.
- Subsistema de Entrega y Recepción. Es un área muy puntual donde sucede la transición del almacenaje hacia el transporte terrestre de la mercancía, sea por carreteras o por ferrocarril; y tiene tres procesos en constante funcionamiento: la llegada del modo terrestre de transporte, control de la carga en la recepción o entrega, y carga o descarga de los vehículos de transporte.
- Subsistema de Transporte Interno. Comprende todos los elementos utilizados para el transporte de la carga o el personal dentro de las instalaciones de la terminal portuaria, incluyendo la carga de la mercancía al buque.
Existen varios tipos de terminales portuarias según el tipo de equipamiento del que disponen. Los más comunes son:
- Terminales de contenedores: Actualmente son las más comunes. Están especializadas en la carga y descarga de contenedores, y se identifican por las grúas mecánicas de pórtico que utilizan para mover contenedores de grandes tonelajes y apilarlos uno encima de otro en amplios espacios al aire libre.
- Terminales de graneles líquidos: El granel líquido representa una gran parte del transporte marítimo total, siendo de una magnitud similar al de contenedores. Entre los líquidos que se transportan se encuentran hidrocarburos, gases licuados, productos químicos o alimenticios. Para su carga y descarga es necesario el uso de tuberías y estaciones de bombeo que serán las encargadas de llevar el líquido hasta los tanques de almacenamiento. Dependiendo del tipo de líquido a tratar se deberán tomar diversas medidas de seguridad.
En las terminales de hidrocarburos, gases y productos químicos es fundamental contar con sistemas contra incendios, gestión de residuos y sistemas de seguridad frente a derrames o fugas. Asimismo, hay que diferenciar las diferentes terminales portuarias que existen en función de su disposición física. Las hay situadas en la línea de costa, que se conectan mediante pantalanes, o bien en mar abierto, cada vez más comunes debido al elevado tamaño de los buques.
- Terminales de graneles sólidos. Son las encargadas de cargar, descargar, manipular y depositar las cargas sólidas a granel que transportan los buques graneleros (bulk carriers). Para ello deberán disponer de equipos especiales para la manipulación de los materiales que eviten en la medida de lo posible la emisión de polvo o vertidos que generan impactos ambientales. Las mercancías principales con las que trabajan son: minerales, hidrocarburos (carbón), fertilizantes, agrograneles y otros como productos forestales o fosfatos. Se deberá tener especial cuidado en la carga, transporte y descarga para evitar el contacto de diferentes tipos de materiales, ya que podría contaminar y dejar inservible un producto. Los equipos básicos que toda terminal portuaria de granel sólido debe tener son las tolvas, para canalizar el material y cintas transportadoras, encargadas del transporte horizontal dentro del puerto.
- Terminales de carga general. Aunque hoy en día la mayor parte del comercio internacional se realiza utilizando contenedores estandarizados, todavía existen muchas operaciones clasificadas como carga general en forma de pallets. Este tipo de terminales constan de unidades de puestos de atraque para atender embarcaciones que suelen ser más pequeñas, de carga general suelta.
- Terminales de buques Ro-Ro. Estas terminales están diseñadas para recibir los tipos de buque Ro-Ro, en ingles Roll On-Roll Off, el cual transporta cargamento rodado, ya sean automóviles, camiones, trenes, plataformas, remolques, etc. Estas mercancías con ruedas, no apilables y de tamaño muy diverso, se cargan y descargan a través de rampas o ascensores en la zona de muelle. Las terminales Ro-Ro requieren de un espigón donde colocar sus rampas en caso de que el buque las tenga; de no tenerlas como ocurre en los fast ferries, la terminal deberá contar con una rampa la cual puede ser hidráulica o estacionaria.